No dulce que sepa a sal
ni risa que a llanto sepa,
campos de espigas sembrados
ni rosas de espinas llena.
Voces de espaldas sobradas
de palabras faltas, huecas.
No quiero soles que alumbren
el día que no refleja,
la verdad que no ilumina
por callada yace muerta.
No más caminos perdidos
en la luz de tu tiniebla,
no ser más a secas sombra
tan solo ser yo a secas.